FALTA TODAVIA MUCHO PARA TENER ¿Soberanía alimentaria?

29/10/2011
El Estado boliviano gastó de enero a julio de este año, $us. 375 millones para la importación de 503.000 toneladas de cuatro productos fundamentales para la canasta familiar: azúcar, harina de trigo, maíz y trigo. Los datos revelan que subió más la importación, para los mercados bolivianos, de alimentos básicos, en un 81,84 por ciento, de 29,92 millones de dólares a 54,40 millones. En tanto, el valor del ingreso de alimentos elaborados ascendió un 48,64 por ciento, de 252,36 millones de dólares a 375,11 millones.
Willy Rojo, presidente del IBCE, advirtió que de mantenerse esta tendencia hasta fin de año la importación podría superar los $us. 600 millones. El mayor incremento se registró en la compra al exterior de azúcar, que pasó de 8 toneladas en 2010 a 91.255 toneladas por 78 millones de dólares en los primeros siete meses del año en curso. Incluso cuando los ingenios han anunciado una producción que bordeará los 9,5 millones de quintales anunciados por los ingenios, para una demanda interna de 7 millones de quintales. La importación de trigo comenzó a declinar en 2009, cuando se importaron 132.000 toneladas. Pero entre enero y julio del 2011 se importaron 114.000 toneladas y "la mala campaña de este año podría significar más importaciones", dijo el IBCE.
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, identificó a la falta de políticas públicas que incentiven la inversión y el factor climático, como las causas para que este año la producción de alimentos haya registrado un descenso. Otro de los factores que perjudicó fue la ausencia de una normativa para la utilización de tecnología transgénica. De acuerdo a Willy Rojo, las empresas de apoyo al sector, como es el caso de Emapa, se vuelven al contrario una competencia. "Se desincentiva la producción porque se imponen precios políticos más que reales. A fin de proteger al consumidor, le resta al productor posibilidades de expandir su siembra y consolidar nuevos mercados", dijo. Por otro lado responsabilizó a la falta de control en las fronteras como uno de los fenómenos para que los insumos bolivianos se vendan de manera ilegal en países vecinos, produciendo un desequilibrio respecto a la oferta que existe para el mercado interno.
La CPE en su artículo 406 afirma que “son objetivos de la política de desarrollo rural integral del Estado, en coordinación con las entidades territoriales autónomas y descentralizadas: 1. Garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, priorizando la producción y el consumo de alimentos de origen agropecuario producidos en el territorio boliviano (…) 3. Promover la producción y comercialización de productos agroecológicos 6. Establecer políticas y proyectos de manera sustentable, procurando la conservación y recuperación de suelos.” Para cumplir estos postulados el actual Gobierno ha apostado por la vía campesina bajo la idea que son éstos los que alimentan a los centros urbanos, desconociendo que la producción campesina aporta con solo el 20% de la producción de alimentos a nivel nacional.
El 80% de la producción, está en manos de los medianos y grandes productores del Departamento de Santa Cruz y en sociedad con la agroindustria. Si nos remitimos a la información oficial y de los gremios de productores de los diferentes estratos, tenemos que el Departamento de Santa Cruz aporta con los siguientes alimentos al país: 62% del arroz; 43% del trigo; 40% del maíz; 100% de la soya; 24% de las hortalizas; 25% de la papa (Miguel Crespo, 2010). Las hectáreas con mayor crecimiento son las de cultivos industriales (soya 30,2% y girasol 10,5% de 2005/2006 al 2008/2009, INE), mientras que otras como los cereales, tubérculos andinos y frutos no superan el 10%. El cultivo de la quinua, el 90% de su producción se destina al mercado externo lo que motiva a una ampliación de la frontera agrícola en un ecosistema muy frágil. Lo anterior está generando graves impactos socio ambiental en el altiplano boliviano, generando el desplazamiento de la actividad ganadera (camélido y ovino) y agudizando un fuerte proceso de desertificación en los suelos (90% en Oruro y Potosí).
Con datos objetivos como los mencionados uno se pregunta, ¿estamos avanzando hacia la tan pregonada soberanía alimentaria? En los últimos años las políticas públicas vinculadas al sector agropecuario han tenido una modesta participación ya que el 61% está dirigido a caminos vecinales, el 11% a actividades integrales y los gastos destinados a las actividades de investigación, extensión, fomento y desarrollo agropecuario, tienen una participación sobre el gasto público total que no sobrepasa el 2,6%. (Rivera, 2011)

Exportó menos. Bolivia importó alimentos un 52% más que en 2010

Es mucho lujo para un país pobre gastar tanto en alimentos extranjeros cuando los podemos producir por nosotros mismos, según reporte.

 

El valor de las importaciones de alimentos y bebidas al país creció en un 52,16 por ciento entre enero y septiembre de este año en comparación con similar período de 2010, mientras que las exportaciones de varios de los productos bolivianos de ese rubro bajaron, de acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El documento indica que la internación de productos alimenticios aumentó de 282,28 millones de dólares el año pasado, en el lapso de tiempo estudiado, a 429,51 millones de dólares en 2011.
Los datos revelan que subió más la importación, para los mercados bolivianos, de alimentos básicos, en un 81,84 por ciento, de 29,92 millones de dólares a 54,40 millones.
En tanto, el valor del ingreso de alimentos elaborados ascendió un 48,64 por ciento, de 252,36 millones de dólares a 375,11 millones.
En contraposición, de acuerdo con el informe del INE, varios de los productos comestibles que Bolivia exporta cayeron.
Por ejemplo, las ventas del cacao en grano bajaron en valor en un 60,8 por ciento, de 9,08 millones de dólares a 14,57 millones; de semillas y habas de soya en 51,94 por ciento de 15,31 millones a 7,36 millones; 0,11 (51,94); y las semillas de girasol cayeron en 74,83 por ciento, de 5,85 millones a 1,47 millones de dólares, entre otros.
Entre los alimentos industrializados, el valor de exportación del azúcar es el que más descendió, en un 98,80 por ciento, de 42,78 millones de dólares de enero a septiembre de 2010 hasta 0,51 millones en el mismo período de este año debido al veto establecido por el Gobierno.
Otros productos con valor agregado que perdieron por la caída de las ventas al exterior son: el cacao (-59,77 por ciento); bebidas (-46,10 por ciento); y girasol y productos de girasol (-39,13 por ciento).
“Mucho lujo”
Para el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el incremento de las importaciones de alimentos no se justifica en un país que produce.
“La proyección es que la importación de alimentos ronde los 600 millones de dólares hasta fin de año, lo que supondría una subida del 50 por ciento en valor y cerca del 40 por ciento en volumen comparativamente al año 2010. Esto merece dos reflexiones: primero, es mucho lujo para un país pobre gastar tanto en alimentos extranjeros cuando los podemos producir por nosotros mismos; segundo, debemos recuperar la soberanía alimentaria que perdimos”, dijo el presidente del IBCE, Wilfredo Rojo Parada.
Agregó que el Estado debe garantizar: seguridad jurídica a la tierra e inversiones agrícolas; mercado interno con precios realistas y el externo, liberando la exportación; y buenas políticas públicas y uso de la biotecnología.
CAEN VENTAS DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS
(De enero a septiembre, en millones de $us)
Producto    Valor 2010     Valor 2011    Variación %

Cacao en grano    1,91    1,37    -28,58
Semillas de soya    15,31    7,36    -51,94
Frijoles    20,08    19,81    -1,36
Semillas de girasol    5,85    1,47    -74,83
Maíz    1,48    0,70    -52,65
Cacao    1,31    0,53    -59,77
Azúcar    42,78    0,51    -98,80
Bebidas    39,81    21,46    -46,10
Girasol    82,81    50,41    -39,13
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) – Los Tiempos
Agricultores suben precios de las hortalizas y los tubérculos
Alza. Los consumidores se molestan. Asohfrut culpa a la lluvia

Sonia Andrade, una ama de casa que compra en el mercado Abasto, indicó que desde el viernes el precio de la arroba de papa harinosa subió de Bs 44 a Bs 46, mientras que la arroba de la yuca se disparó de Bs 35 hasta 40 y 45.
Similar situación vive Blanca Osinaga, que criticó a las autoridades municipales por no hacer nada en el control. “Los comerciantes están acostumbrados a hacer lo que quieren. Cómo es posible que las tres libras de arveja suba de Bs 10 a 14 y el kilo de tomate cueste Bs 6, cuando el anterior lunes costaba 4. Esto es un robo”, dijo.
El enojo también llega a Secundina Segovia, que, con la ayuda de su nieto, compró frutas y tubérculos. “La fruta está barata, pero las verduras, la yuca y la papa han vuelto a subir. Creo que es hora de poner orden a esta situación, porque si no en diciembre será peor”, advirtió.
Precisamente la arroba de yuca se elevó de Bs 35 a 40 y 45 en el mercado Abasto. Sin embargo, en Los Pozos y en La Ramada llega hasta Bs 50. La lechuga carola, crespa y morada también subió.
Consultado el presidente de la Asociación de Horticultores y Fruticultores (Asohfrut), Nué Morón, justificó el aumento de los precios, porque las lluvias caídas hasta el domingo en todos los valles hicieron que más de 6.000 productores no puedan cosechar sus verduras y hortalizas, lo que impactó en una suba generalizada de precios en los mercados.
No obstante, anunció que en las próximas 48 a 72 horas se normalizará la situación, pues ayer los agricultores reiniciaron sus actividades de manera normal en las localidades de Samaipata, Mairana, Mataral y Vallegrande.
El presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Marcelo Núñez, dijo que el fenómeno climático seguirá afectando en las variaciones de precios. Explicó que este año es irregular para el sector agropecuario.
El aumento
- Yuca. La arroba de yuca subió de Bs 35 a 40 y 45. Las tres libras cuestan Bs 6.
- Pimentón. La bolsa de 20 docenas subió de Bs 50 a 60.
- Cebolla en hoja. La arroba pasó de Bs 28 a 35.
- Zanahoria. La bolsa de 10 arrobas, que estaba en Bs 250 el 13 de octubre, ayer se situó en Bs 350. Las tres libras cuestan Bs 8.
- Camote. La bolsa de 8 arrobas pasó de Bs 250 a 300.
- Papa. La arroba de la papa harinosa y de la holandesa subió de Bs 44 a 46.
- Otros. La canasta de 2 y 3 arrobas de lechuga subió de Bs 40 a 70; la caja de tomate de 20 kg de Bs 20 a 35.


Los precios de las hortalizas y de los tubérculos se incrementan en el mercado local.
En los tres últimos días, estos productos han registrado una variación ascendente, ocasionando un malestar generalizado de los consumidores porque de un día a otro los precios aumentan, sin justificación. No obstante, los vendedores alegan que los agricultores les venden caros los artículos, debido a que no pudieron cosechar el fin de semana por las fuertes lluvias registradas.

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