América Latina, a contracorriente de la moda proteccionista mundial
América Latina, a contracorriente de la moda
proteccionista mundial
Infolatam
Madrid, 22 de noviembre de 2016
Madrid, 22 de noviembre de 2016
El análisis
(Infolatam).- “Una llamada a la reflexión y a la calma resulta
doblemente urgente en lo que se refiere a la interacción entre Europa, Estados
Unidos y Latinoamérica. En estos días prolieran los alarmistas y los
apocalípticos que claman por la autarquía y el repliegue del cada uno en su
casa.Es un error de calado incalculable, que resultaría especialmente
catastrófico para España, porque nuestro futuro está directamente vinculado a
la Unión Europea y a Latinoamérica, como también lo está a la relación de ambos
con Estados Unidos”.
(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. La mayoría de los países latinoamericanos o ha optado desde hace años por
el librecomercio y la apertura (México, Chile, Perú y Colombia,
entre otros) o se encuentra en vías de hacerlo (Argentina). Sin embargo, justo
en este momento, cuando casi todo la región (salvo casos como el de Venezuela) está en esa dinámica el mundo parece tomar otro sendero.
El Brexit y el triunfo de Donald Trump (incluso
una posible victoria de Marine Le Pen en Francia en 2017) han
lanzado una sombra de duda sobre las perspectivas del librecambio y la apertura
comercial. La tesis proteccionistas y nacionalistas ganan enteros en el mundo.
Trump acaba de anunciar como
prioridad su intención de retirar al país del TPP, al que calificó como
“un potencial desastre”. Dijo que cuando asuma, el próximo 20 de enero, tratará
de negociar en cambio “tratados comerciales bilaterales justos”
para generar empleos para el país.
“Parece que estamos entrando en una nueva era de
nacionalismo populista, en la que el orden liberal dominante que se ha
construido desde la década de 1950 ha sido atacado por las mayorías
democráticas enojadas y energizadas”, ha comentado el politólogo
estadounidense Francis Fukuyama en su columna de
Financial Times, después del triunfo de Trump.
Pero el mundo ha cambiado.
Hace 11 años Hugo Chávez, Néstor Kirchner y
Luiz Inácio “Lula” Da Silva, derrotaron la iniciativa de Estados Unidos de
incorporar a América Latina al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).
Fue durante la IV Cumbre de las Américas, que se
celebró entre el 4 y el 5 de noviembre de 2005 en Mar del Plata,
Argentina. El ALCA aspiraba a crear una zona de libre comercio desde Alaska a
Tierra del Fuego, acabando con las barreras arancelarias, liberalizando
servicios, favoreciendo los acuerdos de protección de inversiones extranjeras
intrazona y limitando de la capacidad estatal para orientar las compras públicas.
Hubiese significado la mayor zona de libre comercio
del mundo, con un mercado de casi 800 millones de personas, con un marco muy
favorable para los Estados Unidos. Pero esos tres líderes latinoamericanos
hundieron el proyecto.
“Nosotros, camaradas, compañeros, amigas, amigos
todos, hemos venido aquí hoy a muchas cosas, a caminar, a marchar, a saltar, a
cantar, a gritar, a luchar, pero entre tantas cosas de las que hoy hemos venido
a hacer aquí en Mar del Plata hoy y cada uno de nosotros trajo una pala, una pala
de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del Alca”,
afirmó Chávez.
En paralelo, en la ciudad balnearia tuvo lugar la
llamada “Cumbre de los pueblos”, encabezada por Chávez, que contó con
presencias del boliviano Evo Morales, de Diego Armando Maradona y
del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Durante su
discurso, Chávez enterró, de forma muy gráfica, el proyecto impulsado por
Bush
“Vamos a decirlo: ¡Alca, Alca, al carajo!, ¡Alca,
Alca, al carajo!”, concluyó Chávez.
América latina, por el aperturismo, EEUU
por el proteccionismo
Los países más resistentes al librecomercio o están
sumidos en una crisis casi terminal (Venezuela) o han experimentado cambios
internos muy profundos: en Argentina se ha pasado de la hegemonía kirchnerista
y antilibrecomercio a la preponderancia de Macri, defensor de
la apertura.
El presidente argentino ha defendido que es “el momento
más apropiado” para recuperar “el acuerdo estratégico, diez años dormido,
profundizar acuerdos de comercio” y avanzar en una «mayor integración
que también nos vincula en América Latina”.
México es un país que desde hace 22 aós apuesta
por la apertura (firmó en 1994 el TLC con EEUU y era un firme apoyo del TTP).
La otra gran potencia regional, Brasil, ha dejado las
tesis más desarrollistas del PT de Lula y Dilma Rousseff y con Michel
Temer y, sobre todo, con un posible gobierno del PSDB entraría dentro
de los defensores del librecomercio.
Existe, por lo tanto, un consenso muy extendido en la
región sobre las bondades del librecambio, estrategia que apoyan tanto
presidentes de centroizquierda como de centroderecha.
Entre los primeros, la Presidenta chilena Michelle
Bachelet considera que el libre comercio ha sido beneficioso para el
mundo y se mostró optimista sobre que el acuerdo TPP sea ratificado. En la
reciente cumbre de la APEC dijo: “Nos hemos reunido los 12 países que firmamos
el TPP, para mirar cómo continuamos (…) Nosotros creemos que el libre comercio,
una economía abierta para cada uno de nuestros países, ha sido beneficiosa”.
Desde el centroderecha el apoyo al librecomercio es
mayoritario, El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dio por
clausurada la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico
(APEC) con un mensaje contra el proteccionismo: “Esta ha sido una reunión
productiva en un momento clave en la historia económica del mundo debido a las
tendencias contra el comercio exterior que hemos visto en algunas elecciones
recientes en países importantes”.
La postura de Trump solo parece tener algunos apoyos
dentro de los líderes del “socialismo del siglo XXI”. El presidente Nicolás
Maduro ha dado la bienvenida a la elección del empresario porque
espera que signifique un cambio en la actual política exterior y económica de
esa nación: “Creo que ese rumbo está buscando un poco rumbo el mundo. Que se
acaben las guerras, el intervencionismo, el falso y destructivo libre mercado”.
Así pues EEUU y América latina vuelven a bailar con
pasos diferentes en lo que a comercio se refiere. Y el problema es que para
bailar un tango es necesario ser dos.
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