La importancia de la clase media emergente
La importancia de la clase media emergente
*Pedro Hinojosa P.
1.- Introducción
El concepto de clase
media, hace referencia a aquellos individuos que muestran un nivel
socioeconómico medio. Se trata de un sector social ubicado entre la clase baja
y la clase alta. Los sociólogos y los politólogos suelen definir la clase media
en términos del nivel educativo, del empleo o de la propiedad de bienes que
posee. Los economistas, en cambio, tienden a centrarse en el nivel de ingresos
y los definió como personas de clase media aquellas que generan un ingreso de
entre 10 y 50 dólares por día y per cápita.
El nacimiento de esta clase se sitúa en el siglo XVIII, cuando las diferencias sociales comienzan a ser un poco más evidente por razones como ser la autoridad, la abundancia, el trabajo y el dinero.
El nacimiento de esta clase se sitúa en el siglo XVIII, cuando las diferencias sociales comienzan a ser un poco más evidente por razones como ser la autoridad, la abundancia, el trabajo y el dinero.
La clase media puede proporcionar un
impulso al crecimiento de distintas maneras a la simple demanda de consumo. Por
ejemplo, la clase media típicamente valora y exige una educación de alta
calidad para sus hijos. El mecanismo de causalidad es menos importante que la
sugerencia de que la distribución juega un rol importante para mantener el
crecimiento.
Por su parte, la OCDE define a la
clase media como aquellos hogares donde los gastos por persona oscilan entre
los 10 y 100 dólares diarios. Se espera
que para 2030 este grupo poblacional esté conformado por al menos 4.900
millones de personas en todo el mundo. De todas maneras, sin
importar la validez de las definiciones, el ingreso percibido o la cantidad; es
un grupo social importante que en los últimos tiempos decide los roles de la
economía y la política.
América Latina durante las últimas
dos décadas del Siglo XX el crecimiento de la clase media tuvo un
comportamiento, que, desde 2001 a la fecha se ha duplicado. Tanto así que hoy
en día uno de cada tres habitantes de la región es considerado clase media, es
decir, hay unos 200 millones de
personas con esta condición en el continente. Se denomina clase
media emergente porque en la última década, producto del boom de la economía,
muchas personas salieron de la pobreza para insertarse como clase media sin
importar si son de derecha o de izquierda.
Entre los beneficios que se le
atribuyen al crecimiento de la clase media se destaca que promueve la cultura del ahorro y sobre todo el
trabajo, además, hace a una sociedad menos proclive a ser moderada
ideológicamente, sirve para cohesionar las sociedad reduciendo las diferencias
entre clases altas y bajas; y ayuda a introducir reformas que favorecen el capital
humano y la gobernanza.
La CEPAL, indica que, las nuevas clases sociales emergentes y los sectores vulnerables que recientemente
dejaron atrás la pobreza han
incrementado las exigencias al estado, del que reclaman la provisión adecuada de servicios públicos y colectivos de calidad, tales como seguridad,
transporte, salud y educación. Se caracterizan también por ser usuarios
recurrentes de las irreverentes redes sociales.
En consecuencia, se manifiesta que, es necesario rediseñar los equilibrios entre el estado, el mercado y
la sociedad para construir pactos en que concurran aquellos sectores que garanticen acuerdos políticos de largo alcance.
Es, pues, en opinión de analistas de la CEPAL, necesario
armonizar la sostenibilidad económica, social y ambiental en una mirada
estratégica de desarrollo, que tiene la igualdad como horizonte, el cambio
estructural como camino y la política como instrumento. Para ello habrá que
privilegiar un mayor dinamismo de la inversión que asegura una relación
virtuosa entre crecimiento, productividad y sostenibilidad ambiental por la vía
de la incorporación del conocimiento a la producción y la generación de un alto
valor agregado; dar un mayor potencial inclusivo al mundo del trabajo y hacer
converger la política fiscal y las políticas sociales en la reducción de múltiples
brechas sociales que brindan una mirada multidimensional de las desigualdades.
En este comentario está la clave para el crecimiento económico y ojala la
pudieran entender los políticos.
En Bolivia, más o menos el 50% de la
población experimentó movilidad ascendente, pero en el país la mayor parte de
la movilidad fue de la pobreza a la clase vulnerable, mientras que en otros
países fue de la clase vulnerable a la clase media. Es decir, que nuestra clase
media todavía está rondando los límites permitidos y cualquier traspié hace que
nuevamente pueda vivir desgraciadamente en la pobreza. En los últimos tiempos
existieron cambios poblacionales de la siguiente manera:
1950: 73% de población total vivía en el área
rural y el 27% población era urbana; en cambio, desde,
2001: 38% de población total vive ahora en el área
rural; y el 62% constituye
población urbana.
Se manifiesta que la
salida de la pobreza de una buena parte de la población boliviana se debe al
crecimiento económico y a las políticas de transferencias condicionadas de
dinero a los pobres. “Las familias que (antes) eran pobres y tenían necesidad
de recursos para comprar cosas básicas, bienes y servicios, ahora sienten que
tienen más poder adquisitivo. No es que estén tremendamente bien, pero ya no
están tan pobres como antes y en muchos casos salieron de la pobreza”, se
remarcó. Reforzando la idea respecto a la importancia de la clase
media, un periódico señala: Dos analistas coinciden en que el crecimiento y creación
de negocios que presten servicios de limpieza, cuidado personal,
entretenimiento, alimentación y otros se profundizará por el aumento del
consumo, el ascenso de los ingresos y la cultura.
“Van a ir
surgiendo más de este tipo de negocios porque culturalmente las personas han
ido asumiendo gustos y costumbres que son más urbanos, donde se cuida la imagen
personal y existen facilidades”, afirmó el expresidente del Colegio de
Economistas de Bolivia, Waldo López.
El
analista financiero Armando Álvarez ratificó que continuarán la expansión y el
nacimiento de nuevos emprendimientos y que la medida depende de la demanda de
la población boliviana y de la generación de ingresos para pagar esos
servicios.
Álvarez
explicó que la mejora de los ingresos de los bolivianos ha generado que puedan
acceder a nuevos bienes y servicios. “El proceso de urbanización en el país ha
ido generando nuevas necesidades y por ello han emergido servicios”, dijo
López.
El reporte del Banco Mundial da
cuenta en los últimos diez años (2000 y 2010) la clase media se incrementó en
al menos 40%. Además, agrega que América Latina ha emprendido el camino para
convertirse en “una región de clase media”, aunque se reconoce que aún queda
mucho por hacer.
El estudio "Midiendo la clase
media: Cuantificando las oportunidades de mercado en las ciudades de América
Latina”, elaborado por la Unidad de Inteligencia (EIU por sus siglas en inglés)
del grupo The Economist, analizó tres
factores en 122 ciudades de 22 países de la región: la concentración de la
clase media en las áreas metropolitanas, el tamaño de las urbes en cuanto a la
población y el crecimiento experimentado a lo largo de los años.
El estudio considera como
pertenecientes a la "clase media” a
aquellas personas cuyos ingresos anuales superan los 15.000 dólares (en
términos nominales) y, bajo este criterio,
coloca a Santa Cruz a la cabeza de la lista de las 10 ciudades que
ostentarán el mayor incremento porcentual de la clase media en la región en los
próximos 14 años. Según el informe, la ciudad cruceña tendrá un crecimiento de
su clase media del 1.343%, pasando de las 36.200 personas registradas en el año
2016 a las 522.400 en el 2030.
"En los últimos 50 años Santa
Cruz ha pasado de ser una ciudad fronteriza aislada a capital de la
industria petrolera de Bolivia, y se ha convertido en una importante zona
agroindustrial y en un centro de actividad empresarial”, señala el reporte.
"La ubicación aislada de Santa
Cruz hace que sea un candidato difícil para convertirse en una ciudad de rápido
crecimiento: las barreras topográficas la separan de otros centros urbanos y de
mercados más allá de las fronteras nacionales. Sin embargo, en la década de los
90 Santa Cruz había superado en gran medida a la sede de Gobierno, La Paz, como
capital financiera del país”, continúa el informe.
No obstante, apostilla que "no
todo es atractivo en Santa Cruz: la ciudad enfrenta desafíos en términos de
desigualdad social, tensiones interculturales y conflictos por el uso del
espacio público. La pobreza y la desigualdad siguen siendo elevadas y podría
desencadenar futuros disturbios sociales”. En este sentido, la ciudad debe
hacer frente al gran desafío de equilibrar las necesidades de la élite
empresarial con las de su población más amplia.
Dadas las tendencias de crecimiento
poblacional en las áreas urbanas y el aumento de los ingresos, para 2030 Santa
Cruz tendría un potencial de mercado
similar al que ahora cuentan Brasilia (Brasil) o Bogotá (Colombia), lo que
"pone de relieve una oportunidad a nivel nacional en un país que está
convergiendo rápidamente con sus pares a raíz de un reciente (aunque ahora moderado)
auge de los productos básicos”.
Por detrás de Santa Cruz se sitúan Cochabamba y La Paz, con un
crecimiento de la clase media en los próximos 14 años de un 1.178% y un 854%
respectivamente. El resto de ciudades que aparecen en la lista por detrás de
las de Bolivia son: Guayaquil -Ecuador- (524%), Chiclayo -Perú- (483%),
Arequipa -Perú- (458%), Trujillo -Perú- (457%), Puerto Príncipe -Haití- (444%),
Asunción -Paraguay- (444%) y Lima -Perú- (432%).
Estos datos revelan que el mayor
crecimiento y concentración de consumidores ocurrirá en ciudades medianas que
todavía están rezagadas en términos de infraestructura y prestación de
servicios.
2.- Importancia de la clase media.
Con toda razón y
preocupación Enrique García, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)
manifestó que: América Latina debe volver a crecer al 5 % en promedio de la
década pasada si no quiere abocar parte de la nueva clase media a la pobreza,
“Si no se vuelve al patrón de 4-5 %, muchos de los que están en la clase media
volverán a la pobreza, y esto tiene connotaciones políticas y sociales muy
importantes”
La clase media es la que lleva adelante un país. Es aquella que ha
recibido educación, aquella que trabaja para vivir. La clase media es la clase
que hace que un país tenga actividad económica. Si no, ¿De dónde proviene la demanda interna? La mayor
parte de la demanda viene de los gastos de los consumidores de la clase media.
¿Y de dónde proviene el dinero que gastan los consumidores de la clase media?
De los ingresos obtenidos en el trabajo que desempeñan.
El espíritu empresarial y la invención también tienen sus
raíces en la clase media (se denomina también ñeke). Una vida sin privaciones
permite que la clase media tenga el tiempo y la flexibilidad para educarse;
para pensar, meditar, y explorar – para innovar e inventar. Aquellos en la
clase media pueden permitirse un cierto grado de riesgo: dejar el trabajo seguro
para fundar una nueva empresa después de acumular los activos de inicio.
Las fortunas en la lista de los estadounidenses más ricos de
Forbes 400 comienzan con los riesgos de la clase media, la invención de la
clase media, o una inversión de la clase media. Bill Gates, Thomas Edison, y
los hermanos Wright vinieron de familias de la clase media de acuerdo a una
revista de prestigio.
La clase
media provoca efectos multiplicadores como ser en: provoca la creación de nuevos mercados, mejora las oportunidades para
los emprendedores, y promueve, asimismo, una mayor movilidad social a través de
la acumulación de capital humano. Estos factores fundamentalmente hacen que sea
un sector importante.
La clase
media emergente privilegia el mercado interno, es decir, existe un cordón
umbilical entre ambos. Si se comprende la importancia de la clase media se
comprenderá fácilmente el mercado. El mercado interno constituye como el
principal motor del crecimiento nacional. Es importante, entonces, conocer
algunas definiciones básicas y algunos principios esenciales entorno de esta
evidencia económica.
En la economía, se conoce como mercado interno a un mercado
que opera dentro de límites acotados, y que a su vez está rodeada por un mercado
más grande. El caso más habitual lo constituye un mercado nacional puesto en
contraste con el comercio internacional.
El nivel de importancia que se le
asigna a satisfacer las necesidades del mercado interno suele ser un factor
determinante en la definición de las diversas doctrinas económicas.
Así, por ejemplo el proteccionismo se basa en un
privilegio excesivo o incluso monopólico del mercado interno para
ubicar sus productos en la región, mientras que el librecambismo propone que los
bienes producidos por un mercado interno compitan en igualdad
de condiciones con aquellos producidos fuera de él.
En términos más sencillos, el
mercado interno constituye lo que se vende y compra a nivel nacional por sus
habitantes.
Para Bolivia y otros países, su verdadero
mercado natural es actualmente el mercado interno y la principal causa de
crecimiento ha sido y seguirá siendo la demanda interna de los productores y
consumidores. En otras palabras, el mercado interno se constituye como el
principal motor del crecimiento nacional y su soporte la clase media.
Para fortalecer el mercado interno,
se requieren recursos económicos: circulante en manos de la población;
cuantiosa inversión privada y recursos fiscales o estatales cada vez más
crecientes. El dinero en manos de la población no debe ser consecuencia de un
mero acto de generosidad, sino retribución al trabajo productivo, realizada con
justicia. Sin dinero, a los compradores, de poco les sirven los bienes y
servicios que se ofertan.
La vigorización y adelanto del
mercado interno eleva el bienestar de la población. En efecto, los hechos han
demostrado que toda economía altamente desarrollada cuenta con un fortalecido
mercado interno y su población disfruta de mejor calidad de vida. Así, mercado
interno fuerte y mejor calidad de vida son dos caras de la misma moneda.
Hace décadas y años atrás era común
ser negativo respecto a América Latina, una región plagada de crisis
financieras, golpes de Estados y desigualdades abismales. Incluso se llegó a
hablar de fracaso manía, una
tendencia común en la región, según Albert Hirschman.
De acuerdo al IBCE: Para Bolivia, la
importancia del mercado interno y los consumidores domésticos para el
crecimiento se basa en una simple constatación aritmética: la demanda interna
representa el 77 por ciento del PIB, mientras que las exportaciones el 23 por
ciento, y de éstas, los mayores índices corresponden al sector hidrocarburos,
con poco impacto en empleo y consumo.
La importancia del mercado interno
radica en convertir a la mayoría de la población en consumidores estratégicos,
para lo cual, debe aumentarse la capacidad adquisitiva de los bolivianos. La
categoría del mercado interno implica la organización de toda la actividad
productiva en el país, bajo un proceso productivo integrado que satisfaga la
necesidad de los diferentes sectores nacionales.
De acuerdo a una publicación del diario de
Santa Cruz, El Deber, La bonanza económica y el aumento de la población
económicamente activa (jóvenes entre 18 y 24 años) han transformado los hábitos
de consumo de los ciudadanos bolivianos.
Entre los nuevos patrones que ahora surgen emerge con fuerza un perfil al que los empresarios, sicólogos y publicistas han colgado la etiqueta de ‘más exigente’.
Pablo Sánchez, director de Insights e Innovación en Captura Consulting, asegura que en encuestas realizadas para clientes privados se evidencia que el peso de las marcas y la calidad percibida en los productos tendió a aumentar disminuyendo la influencia del precio en los procesos de compra.
Cuando se estudia a la población de Bolivia, según el máster en Comportamiento del Consumidor por la Universidad Adolfo Ibáñez, resulta evidente que hay múltiples perfiles de consumidores que conforman el mosaico multicultural del país.
Entre los nuevos patrones que ahora surgen emerge con fuerza un perfil al que los empresarios, sicólogos y publicistas han colgado la etiqueta de ‘más exigente’.
Pablo Sánchez, director de Insights e Innovación en Captura Consulting, asegura que en encuestas realizadas para clientes privados se evidencia que el peso de las marcas y la calidad percibida en los productos tendió a aumentar disminuyendo la influencia del precio en los procesos de compra.
Cuando se estudia a la población de Bolivia, según el máster en Comportamiento del Consumidor por la Universidad Adolfo Ibáñez, resulta evidente que hay múltiples perfiles de consumidores que conforman el mosaico multicultural del país.
El mercado interno se basa en dicha
demanda, para lo que requiere además, de trabajadores justa y adecuadamente
remunerados, pues ellos constituyen el núcleo de la demanda interna. En
términos resumidos podemos manifestar que el motorcito de la economía nacional,
es su población. Esa población que de una parte a esta se volvió en un factor
determinante.
Hoy, con un mayor poder adquisitivo,
la clase media emergente, exige más a la
hora de comprar, pero opta por los canales tradicionales. El 71% de la
población prefiere los mercados populares, de acuerdo con el estudio encargado
por Kimberly-Clark Bolivia. (La medición es comparativa en los meses de julio,
agosto y septiembre de 2012, 2013 y 2014).
Por lo que, a esa clase media que puede levantar o hundir la economía se la debe mimar. Es un segmento de la población que debe ser adulada con fervor al momento de realizar el consumo. Porque con ese acto está efectuando efectos multiplicadores en la economía. Es decir, se los debe tratar bien. Esto se traduce en la idea que deben tener ingresos aceptables que le permitan gastar o consumir. Por otro lado, el productor nacional está obligado a producir cada día con más calidad y cantidad. Esa clase media que ahora esta en condiciones de colocar o sacar gobiernos no solo en el país sino en toda Latinoamérica, merece una consideración especial.
Por lo que, a esa clase media que puede levantar o hundir la economía se la debe mimar. Es un segmento de la población que debe ser adulada con fervor al momento de realizar el consumo. Porque con ese acto está efectuando efectos multiplicadores en la economía. Es decir, se los debe tratar bien. Esto se traduce en la idea que deben tener ingresos aceptables que le permitan gastar o consumir. Por otro lado, el productor nacional está obligado a producir cada día con más calidad y cantidad. Esa clase media que ahora esta en condiciones de colocar o sacar gobiernos no solo en el país sino en toda Latinoamérica, merece una consideración especial.
Entonces ahora podemos estar en
condiciones de entender la importancia de esta clase sobre todo que ahora
estamos ingresando en la época de vacas flacas. Esto quiere decir que debemos
estimularlo como ser reduciendo los trámites burocráticos, si es posible sin
costo alguno; asimismo se debe realizar una reducción de la tasa impositiva
como mecanismos de defensa ante la
invasión de productos de los países vecinos que nos están inundando los mercados
con precios bajos. No debemos matar la gallina de los huevos de oro. Esta clase
merece por méritos propios una atención especial.

A veces la
clase media de da airecitos de grandeza. Un error que no debe ser reiterativo.
* ECONOMISTA
Datos capturados fundamentalmente de:
·
La Razón ,24 de octubre de 2013
·
La crisis enmascarada. Pedro Hinojosa Pérez
·
Página siete; domingo, 01 de octubre de 2017
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