Analizando un poco la economía informal
Analizando
un poco la economía informal
Pedro
Hinojosa Pérez
1.- Antecedentes
En el mundo hay alrededor de 2.000 millones de personas que
se ganan la vida en la economía informal, según un reciente estudio de la
Organización Mundial de Trabajo (OIT). De acuerdo con el organismo
internacional, esta situación afecta al 61 por ciento de la población empleada
del planeta, no obstante, esta condición no necesariamente es sinónimo de
pobreza.
En un artículo publicado por el economista Gonzalo Chaves manifiesta
que: “un reciente estudio del FMI,
Bolivia es el país con la mayor economía informal del mundo donde el tamaño
promedio de la economía informal fue del 62,3 por ciento. La propaganda
oficialista sostiene que Bolivia es líder regional en crecimiento económico,
pero ahora también sabemos que es campeón mundial cuando se trata de economía
subterránea, escondida, o negra, todos sinónimos de informalidad. Por lo tanto,
parte del crecimiento económico de los últimos años, basado en el mercado
interno, se explica porque vendemos nuestra alma al diablo de la ilegalidad y
en algunos casos de la delincuencia. La informalidad no es ninguna novedad.
Cualquier ciudadano boliviano que circule por las calles del país conoce este
fenómeno. Lo que parece diferente en Bolivia es que la economía informal ha
sido alentada, con ahínco desde el Estado, en algunos casos como el contrabando
y el comercio ilegal, y tolerada en otros, como la producción de coca para la
exportación”.
Se creía que la informalidad con el tiempo iba a desaparecer
pero contrariamente a todo pronóstico ha ido en continuo crecimiento. La
informalidad si bien no aporta al estado pero tampoco le exige nada. O alguien
observo si reclamaron salud o algún
beneficio al estado? Es una modalidad de las varias estrategias de
sobrevivencia que asumen sectores olvidados
por parte de las entidades estatales y que quieren vivir dignamente
dentro de la sociedad.
De acuerdo a
Enrique Ghersi: Sus fines son lícitos,
pero se tiene que basar en medios ilícitos--no cumplir con las regulaciones
legales, no cumplir con las normas laborales, no pagar impuestos--porque no le
queda otro remedio que hacerlo así. No puede ingresar en la economía formal
porque ésta impone sobre las sociedades latinoamericanas un coste tan oneroso
que resulta insufragable para las personas y para los empresarios con pequeños
ingresos. La informalidad es entonces una situación en la cual la gente quiere
trabajar legalmente pero no puede. Lo único que le queda es trabajar en esa
zona de relativa ilegalidad que el resquicio legal deja en la sociedad de
Latinoamérica.
Aunque varía de
país en país, la importancia de la informalidad es muy amplia. En Bolivia la
misma ocupa más del 60% de la mano de obra y genera casi el 67% de la
producción nacional. Asimismo,
la O.I.T. con un informe difundido en Bolivia y además en Honduras y Nicaragua
la proporción del empleo informal supera el 70 por ciento.
“En Bolivia, Honduras y Nicaragua la proporción del empleo informal sigue
superando el 70 por ciento, mientras que en Colombia, México y Perú equivale al
50 por ciento”, manifestó la OIT en un informe difundido en Lima, y que
describe el hecho como un problema estructural. Entonces, con estas cifras, se sustenta la
importancia que adquiere la informalidad y porque nuestro interés de analizar
la misma y transmitir estas inquietudes a los lectores.

Al respecto surgen
incuestionablemente preguntas al respecto:
Sera condenable trabajar en la
informalidad?
No será una forma de disimular
el desempleo?
Quizá sea una modalidad para
la formación de los nuevos emprendedores?
Estas y otras interrogantes trataremos de
desmenuzar en el presente trabajo.
En el último Informe Nacional
sobre Desarrollo Humano en Bolivia elaborado por la PNUD y presentado indica,
que, en las dos últimas décadas el surgimiento de profundas transformaciones
sociales que ha sufrido Bolivia ha sido quizás la mayor motivación para la
realización de un informe de desarrollo humano. Esta nueva Bolivia que trae
consigo un notable crecimiento de sus estratos medios, que es predominantemente
urbana y cuyos habitantes hoy son mayoritariamente personas en edad de
trabajar, son hechos que llaman a la reflexión sobre el tipo de agenda de
desarrollo que deseamos los bolivianos.
Los cambios en la composición
de los perfiles socioeconómicos de los bolivianos y su ubicación territorial
son elementos que obligan a pensar en intervenciones acordes a esta nueva
identidad. A pesar que estos fenómenos son estructuralmente centrales para el
futuro de Bolivia, ello no deben hacernos olvidar las prioridades que el país
aún tiene en materia de mejoras para un todavía amplio sector excluido, así
como en temas relativos la pobreza en el área rural y la marginación de varios
grupos humanos.
Para el efecto entra en juego
la clase media que en términos numerales son actualmente la mayoría poblacional
en el país. Esta clase social para sobrevivir en las ciudades tiene que
necesariamente elaborar formas innovadoras de generación de ingresos. Y,
precisamente, una de esas formas, es la de generar ingresos trabajando de
manera informal.
De acuerdo a investigadores
sociales, “la importancia de estimar el tamaño de la economía informal se
resume en las siguientes razones:
Al tener información adecuada
sobre el tamaño de la informalidad, el gobierno sabría cuántos ingresos deja de
percibir por ese concepto.
Saber la magnitud de la
economía oculta ayuda en la toma de decisiones de políticas económicas que
permitan su disminución.
Una economía informal próspera
resta fiabilidad a las estadísticas oficiales sobre desempleo, población
activa, ingresos, consumo, etc., de esa manera no se puede saber la riqueza del
país”.
2.- Definiciones
Se denomina economía informal
a las actividades productivas y económicas que eluden la regulación legislativa
y que, por tanto, no están sujetas al control fiscal y contable del Estado ni
participan en los circuitos estadísticos ni fiscales.
La economía informal forma parte de la economía denominada subterránea.
La economía informal forma parte de la economía denominada subterránea.
El sector informal agrupa a las unidades de producción
de mercado de los hogares cuya existencia es tolerada por las autoridades
públicas, aunque no respetan la totalidad o parte de las normas requeridas para
el ejercicio de una actividad no prohibida por la ley (normas que pueden ser de
carácter tributario, derecho del trabajo, estadística u otros registros).
Definición propuesta por la
OIT en 1993
La CEPAL propone una taxonomía que permite especificar
con mayor precisión el universo que se está considerando. Esta clasificación se
realiza teniendo en cuenta las normas institucionales de las que se hace caso
omiso en una actividad económica determinada. Con el término genérico de economía informal se distingue
cuatro cualidades:
(a) La
economía ilegal: que abarca la producción y distribución de bienes y
servicios prohibidos por la ley. Comprende las actividades como el
narcotráfico, la prostitución y los juegos de azar ilegales.
(b) La
economía no declarada: que consiste en la realización de acciones que
"soslayan o evaden las normas impositivas establecidas en los códigos
tributarios". El monto de los ingresos que deberían declararse a las
autoridades impositivas, pero no se declaran, representa un ejemplo sumario de
este tipo de economía subterránea.
(c) La
economía no registrada: que comprende las actividades que transgreden
los requisitos de los organismos estadísticos del Estado en materia de
declaración. Su medida estricta es el monto de los ingresos que deberían
registrarse en los sistemas de cuentas nacionales pero no se registran.
(d) La
economía sumergida: que abarca las actividades económicas que hacen caso
omiso del costo que supone el cumplimiento de las leyes y las normas
administrativas que rigen las "relaciones de propiedad, el otorgamiento de
licencias comerciales, los contratos de trabajo, los daños, el crédito
financiero y los sistemas de seguridad social" y están excluidas de la
protección de aquéllas.
El semblante de las más
grandes ciudades de todos los países latinoamericanos ha cambiado en los
últimos años por la irrupción de un fenómeno social y económico que, si no es
nuevo en términos absolutos porque en alguna medida siempre ha existido, lo es
por la extensión que ha adquirido: la formación y establecimiento de numerosas
pequeñas actividades productivas y comerciales cuyos protagonistas son los
grupos sociales empobrecidos de los barrios y poblaciones marginales.
Para referirse a este
fenómeno, economistas y sociólogos han acuñado diferentes expresiones: economía
informal, pequeña producción popular urbana, economía sumergida, economía
invisible, economía de subsistencia, economía popular.
Uno de los trabajos más
desarrollados corresponde al profesor José Luis Coraggio. De acuerdo a este
investigador; la economía popular o la economía informal no es una economía
necesariamente solidaria, no es perfecta ni sin contradicciones, no tiene un
modelo organizativo ya listo para implementar. Señala que para que funcione la
misma, hay mucho que explorar e inventar. No es un sistema económico completo
alternativo al capitalista. Asimismo nos indica que es la base socioeconómica
de transformaciones profundas desde el interior de ese sistema. Por su
potencial y sus valores intrínsecos, la economía popular solidaria puede jugar
un papel prominente en la construcción de una economía social, sostenedora de
relaciones sociales y con la naturaleza virtuosa, base de un desarrollo
nacional genuino.
Más adelante dice que, como economía de las mayorías no
puede realizarse sin una democracia radical, valoradora de la diversidad y la
articulación del pueblo y ajena a la homogenización del mercado total y una
ciudadanía pasiva. La economía popular no puede ser una pobre economía para
pobres. Mucho menos para hacer que los pobres aguanten en la pobreza,
subordinados a la lógica de la acumulación ilimitada de riqueza de unos pocos
ganadores en el mercado.
La Economía informal supone que es la economía de los
trabajadores informales que trabajan dentro sus viviendas alejados de toda
formalidad. Tiene su propia lógica y su interés particular: crear y sostener
las bases materiales para la reproducción de la vida digna de todas y todos los
que dependen de su trabajo para vivir, libres para elegir su plan de vida. Como
parte de una economía mixta más amplia, aporta sus recursos, sus capacidades,
sus conocimientos, su experiencia, sus modos de organizarse y participar
colectivamente en la producción y el consumo. Son trabajos conseguidos por
iniciativa propia alejados de toda la burocracia estatal y sobre todo eludiendo
al sistema impositivo que últimamente se volvió coercitiva.
La economía informal tiene diversas formas de organización:
la forma básica es la familia, el barrio o la zona. Como institución
micro-socioeconómica, es el lugar del compartir, donde todos velan por todos,
todos buscan mejorar su calidad de vida de manera solidaria. Para eso, basados
en las relaciones de parentesco, organizan sus recursos comunes, sus
capacidades, fundamentalmente el trabajo. Contra la visión predominante, sus
actividades no se limitan a micro-emprendimientos de comercio, de artesanado o
de pequeña agricultura familiar. Desarrollan estrategias complejas que combinan
diversos modos de realización de su fondo común de trabajo.
3.- Clases de trabajo informal
Clases
de informalidad
|
||||
Tipo
|
Actividad
|
|||
La
construcción informal
|
|
Pueblos jóvenes
|
Barrios marginales
|
|
El
comercio informal
|
|
Comercio callejero
|
Vendedores ambulantes
|
|
La
industria informal
|
|
Industrial sub factura
|
Manufactureros
|
|
Los
servicios informales
|
|
Transporte publico
|
Otros
|
|
Existen varias y para fines metodológicos los agrupamos de
manera arbitraria en tres clases. Los trabajos por cuenta propia; los micros empresarios familiares o comerciantes minoristas y los
micro talleres artesanales con más de tres operarios. Los primeros realizan su
trabajo prestando servicios como ser reparación de calzados o prendas de vestir
tienen una pequeña máquina. A este grupo corresponde por ejemplo los zapateros
que están trabajando en las esquinas o los
mercados.
Los segundos son los más numerosos y se los observa en las
ferias y mercados populares. Es un sector bien organizado. Elaboran productos o
comercializan en pequeña escala. Así por ejemplo, el diario Opinión relata el
caso de los confeccionistas de jeans: “Se
estima que una empresa artesanal produce 200 pantalones por semana y una grande
más de 1.000 por día. Las microempresas y otros establecimientos más
artesanales, que se dedican al lavado de pantalones jeans, trabajan a espaldas
de las autoridades y las normas evadiendo todos los controles posibles para
obtener las mejores ganancias. Estas lavanderías están ubicadas en la parte sur de la
laguna Alalay, detrás del Hospital Univalle y la Feicobol. Quienes conocen y
viven de esta febril actividad señalan que data desde hace varias décadas y se
ha extendido desde el cerro de Huayra K´asa, barrios Minero y Alalay hasta la
populosa Villa Sebastián Pagador”.
Los últimos son los que generan verdaderos efectos multiplicadores en la economía porque los productos terminados se consideran “for Export”. En este grupo están los confeccionistas de ropa y calzados fundamentalmente. También están los importadores de materiales a medio uso como vehículos a los que añaden un determinado valor agregado y venden como productos nuevos. Se estima que todos estos trabajadores informales solamente en Cochabamba son más de 120.000 personas. Por simple deducción en La Paz, El Alto y Santa Cruz contienen en su interior una suma considerable.
Los últimos son los que generan verdaderos efectos multiplicadores en la economía porque los productos terminados se consideran “for Export”. En este grupo están los confeccionistas de ropa y calzados fundamentalmente. También están los importadores de materiales a medio uso como vehículos a los que añaden un determinado valor agregado y venden como productos nuevos. Se estima que todos estos trabajadores informales solamente en Cochabamba son más de 120.000 personas. Por simple deducción en La Paz, El Alto y Santa Cruz contienen en su interior una suma considerable.
Investigadores de distinto lugares señalan que el
tamaño relativo de este vasto y heterogéneo universo de actividades económicas
populares o informales es distinto en los diferentes países de la región. Pero
en todos ellos es muy relevante en cuanto es a través de esta economía popular
que un elevado porcentaje de la población tiene la oportunidad de efectuar sus
aportaciones y obtener sus retribuciones económicas. Todas las investigaciones
realizadas en América Latina coinciden en destacar su relevancia cuantitativa
desde el punto de vista del empleo y de la obtención de medios de vida para los
sectores más pobres. En algunos casos su participación en la fuerza de trabajo
llega a ser incluso mayoritaria. Sin embargo, el tamaño exacto del fenómeno
resulta muy difícil de precisar en razón de su propia naturaleza y características.

De toda le lectura se puede deducir
que la informalidad tiene ventajas y por supuesto desventajas:
·
La informalidad debe ser vista como una forma de
actividad empresarial.
·
La informalidad tiene una productividad menor a
la del sector formal.
·
La informalidad es tolerada porque constituye
una válvula de escape a las necesidades de empleo de una población en continuo
crecimiento.
·
La informalidad representa aspectos positivos en
el corto y mediano plazo.
·
La informalidad debe ser un asunto de políticas
públicas donde el estado juega un papel importante.
·
La informalidad señala que se debe realizar
profundas reformas fiscales.
·
A la informalidad le cuesta hacer creíble sus
acuerdos, contratos o disputas ya que no puede acceder a la ley.
·
La informalidad tiene una forma de organización
que se basa en estructuras que pasan desapercibidas.
4.- Conclusiones
La informalidad surge como
alternativa de subsistencia ante el desempleo generado, la exclusión social y
marginalidad social (falta de ingresos, educación y capacitación) en donde el
modelo económico adoptado y sus políticas afectan las economías locales en
contextos que presentan dificultades para articularse, generando crisis que
derivan en problemas del mercado laboral. La informalidad se considera un
problema complejo multicausal que debe ser atendido de manera integral atacando
de manera coordinada y simultánea cada una de las causas preponderantes en la
ciudad. Es necesario un enfoque dual y diferenciado de las políticas,
desarrollando programas progresivos que favorezcan la movilidad social. Es
notable el deficiente papel del sector gubernamental en la generación de
políticas para la generación de empleo productivo y de calidad. La atención de
la informalidad como un problema, con la aplicación de medidas coercitivas sin
una visión integral y sin la planeación debida, origina un efecto negativo y
sobre agregado del sector estatal en la agudización de los problemas sociales
asociados con el fenómeno de la informalidad.
Por lo visto, G. Chavez opina y
estamos de acuerdo; se trata de un problema con varias aristas. Por un lado,
gruesos sectores de comerciantes que se enriquecen sin pagar impuestos y
explotando la mano de obra barata que contratan. No hace falta mucha ciencia
para ver cuántos negocios no facturan a pesar de las pingües ganancias diarias
que perciben.
Mientras eso ocurre, hay una
sobredemanda de tributos a empresas formales, que cumplen las leyes, que pagan
impuestos o que generan empleos dignos, los cuales se ven amenazados por la obligatoriedad
de pagar altos incrementos salariales o doble aguinaldo, cuando se sabe que la
economía no crece al mismo ritmo en todos los sectores y que son los menos los
que cubren tales beneficios.
Datos extraídos de:
La economía y la política informal; Gonzalo Chávez
La Crisis enmascarada; Pedro Hinojosa Pérez
Informe Nacional sobre Desarrollo Humano en Bolivia. PNUD.
Marzo 2016.
Revista Pukara Nº 116; La informalidad, ¿base de un
desarrollo nacional genuino?
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