AMBIVALENCIAS: ANALISIS ECONOMICO AÑO 2011
AMBIVALENCIAS: ANALISIS ECONOMICO AÑO
2011
PEDRO HINOJOSA PEREZ
Este periodo
simplemente es el reflejo de los altos precios de las materias primas a nivel
mundial y es producto del libre mercado, es decir, la economía capitalista se
impuso en todo el mundo incluyendo al actual motor de la misma: la China.
A nivel nacional
siguen pendientes varias asignaturas como ser la implementación de la
austeridad, eliminación de la corrupción, la decantada industrialización y
otros; en términos generales se puede decir que se creó falsas expectativas en
la población. Más y más gente vive al día, con muy poca idea sobre que traerá
el futuro. Este razonamiento popular se explica por los vaivenes de la política
y la economía nacional.
Seguimos
dependiendo de la exportación de materias primas que en términos de precios, no terminan de subir y
la demanda es cada vez más grande a nivel global; existen políticas económicas
(?) que simplemente se basan en supuestos porque nunca se dio a conocer las
bases de soporte confiables y aún no existen las condiciones mínimas para la
inversión nacional y extranjera que habían sido las columnas para generar
efectos multiplicadores hacia adelante como hacia atrás.
No
se incremento sustantivamente la producción nacional, mas se mueve por instinto y necesidades del
mismo, esto quiere decir, que no es la mano del estado la que influye en las
determinaciones económicas. Aspecto rescatable. Y surge la pregunta ¿Acaso no
se había enterrado el 21069?
En
términos corrientes podemos verificar que vivimos plenamente la economía de
mercado que es satanizado cuando conveniente políticamente. Cuando atañe un
tiempo: que viva Adam Smith y cuando la coyuntura es otra: que muera.
Este
accionar genera impotencia en la gente
porque advierte que la economía se mantuvo igual al del año 2010 pese a que se
manifiesta por medios estatales que existen buenos indicadores de crecimiento
como un PIB del 5.3% y una inflación del 6.38%.
De
acuerdo a instituciones representativas la pobreza se situó en el 60% de la
población, esto se mantiene inalterable. Es el empleo proporcionado por la actividad informal la que disimula los bueno
indicadores de la macro economía, pero también esta actividad no es estable y
permanente lo cual hace a la economía nacional formal se torne vulnerable.

Fuente:
CEPAL
Todo
este tiempo no existió coordinación entre lo macro y lo micro y es en este
periodo de seis años que las desigualdades socio económicas se han agudizado
notablemente. Paradójicamente en este periodo que las personas pudientes se han
convertido en más pudientes, en términos sencillos, los pobres han empobrecido
aun más. Es que había resultado difícil redistribuir la riqueza.
Esta
situación hace que a la economía nacional se la debe ver desde otro punto de
vista, debemos orientar la misma y su respectivo
enfoque de diferente manera de lo contrario las desigualdades sociales serán mayores. El mayor desafío consiste en que el país debe enfrentar la
capacidad de reconstruir su capacidad
para acciones contra cíclicas creando condiciones para un desarrollo productivo
que no se base solo en la exportación de bienes básicos.
Para
aumentar la capacidad de crecimiento, la economía nacional debe invertir más. A
pesar de los avances, aún están lejos de los niveles de inversión de la década
de los setenta. El desafío es que el aumento de la inversión sea apoyado por un
mayor ahorro nacional para defender mejor las paridades cambiarias y contribuir
a la conformación de un patrón de especialización acorde con los requerimientos
que plantea la misma. Es también fundamental estimular el consumo asociado a la
baja de los impuestos. Resulta peligroso
el inconsistente triunfalismo en el campo económico ya que los principales
sustentos del mismo están en el contrabando y los ingresos generados por la
producción de ilícitos: la cocaína.
Para el
efecto, es bastante ilustrativo el siguiente comentario: “El modelo estatista
que se había considerado una panacea universal tampoco es capaz (y hubiera
bastado leer un poco de historia para saberlo) de resolver los problemas
estructurales del país: la adicción a los recursos no renovables, la
dependencia de la inversión extranjera para explotar estos recursos, la falta
de rentabilidad de la mayor parte de las actividades económicas no asociadas a
la extracción; la carencia de recursos humanos, tanto para producir como para
gestionar el aparato público; la organización de la sociedad en corporaciones
(entre ellas los movimientos sociales) que tienen como principal objeto el
acaparamiento de rentas extractivas y la defensa de privilegios en contra de
cualquier iniciativa que los enfrente a la necesidad de compartir o competir.
Ante estos
obstáculos, ¿qué pueden hacer los gobernantes actuales más que ocuparse de las
necesidades, no ya de la centuria, sino de la hora? La economía boliviana vive
un momento sin paragón histórico por los altos precios de las materias primas,
pero la industria extractiva, la vaca de donde salen las correas, tiene serios
problemas: poca exploración e inversión, mucho gasto en subsidiar carburantes
para el mercado interno” (Infolatam,7 diciembre,2011).
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