UNA LECTURA INTERESANTE
Riesgos de cola para el crecimiento en América Latina
Infolatam
Madrid, 31 octubre 2012
Por Federico Steinberg
Madrid, 31 octubre 2012
Por Federico Steinberg
Aunque la
economía mundial se está desacelerando, las perspectivas económicas
latinoamericanas no son malas. Según las últimas previsiones del World
Economic Outlook del FMI, América del sur crecerá al 4% en 2013 (con
Paraguay y Perú a la cabeza, pero con Brasil manteniendo una envidiable
velocidad de crucero del 4%), México al 3,5% y América Central al 4,1%. Además,
la mayoría de los países tienen espacio fiscal y monetario que están
aprovechando para amortiguar la desaceleración global, así como una demanda
interna cada vez más sólida derivada del aumento de la renta y la reducción de
la desigualdad (es la única región del mundo donde la distribución de la renta
se está volviendo más equitativa, aunque siga siendo una de las más desiguales
del planeta).
Sin embargo,
como los países de América Latina están muy integrados en la economía
mundial (México y América Central por su vinculación a Estados Unidos y los del
cono sur por sus exportaciones, tanto a Asia emergente (sobre todo China) como
a la Unión Europea y al propio Estados Unidos), los riesgos que se ciernen
sobre la economía mundial podrían afectarles. Básicamente hay cuatro
elementos de preocupación que podrían hacer descarrilar el crecimiento y volver
a llevar al mundo a una debacle sincronizada como la que se produjo tras la
quiebra de Lehman Brothers a finales de 2008.
El primero
es la complicación de la crisis del euro; el segundo el precipicio fiscal al
que se enfrenta Estados Unidos (subidas de impuestos y recortes de gasto que se
producirán automáticamente a principios de 2013 si nadie los evita y que
contraerían el crecimiento cuatro puntos); el tercero una desaceleración brusca
de la economía china y, por último, la inestabilidad política de Oriente Medio,
que podría llevar a un fuerte incremento en el precio del petróleo si Israel
atacara a Irán, desencadenando una recesión global.
El problema
de estos cuatro focos de riesgos es que cualquiera de ellos podría desencadenar
sucesos devastadores (lo que los economistas llaman riesgos de cola, porque
tiene baja probabilidad aunque un impacto grande). Aún así, es poco probable
que estos escenarios apocalípticos se materialicen. En Europa hay tanto en juego que es
de esperar que se pueda reconducir la situación y se evite la destrucción
(parcial o total) de la moneda única; tras las elecciones estadounidenses en
noviembre es casi seguro de que se llegará a un acuerdo para retrasar el precipicio
fiscal y evitar así una nueva recesión; China ya está poniendo los medios para
que su aterrizaje sea suave y no brusco y, aunque nadie puede anticipar cómo se
comportará Israel, parece probable que las sanciones y la presión diplomática
sobre Irán logren evitar un enfrentamiento bélico.
Pero eso no
quiere decir que la desaceleración no vaya a continuar, y hay efectos de
triangulación que tocarán por varios frentes el dinamismo de América Latina. Un crecimiento más lento tanto en
Europa como en Estados Unidos afectaría a América Latina por una doble vía. Por
una parte, porque son importantes mercados para sus exportaciones,
(especialmente Estados Unidos para México) y, por otra, porque la caída de las
demanda transatlántica explica en gran parte la desaceleración de China, que a
su vez es la principal importador de materias primas y alimentos de América del
sur. Por último, no puede descartarse que las políticas monetarias
expansivas que los países avanzados (incluido Japón) están poniendo en marcha
para impulsar el crecimiento (en el caso de la Reserva Federal) o estabilizar
el euro (en el caso del Banco Central Europeo), vuelvan a generar flujos de
capital hacia América Latina que aprecien sus monedas, dificulten aún más
sus exportaciones (lo que algunos dirigentes brasileños ya han rebautizado como
el resurgir de la guerra de divisas) y puedan generar burbujas.
En
definitiva, aunque América Latina parece ser una de las pocas regiones que por
el momento se está librando del empeoramiento de las perspectivas de
crecimiento mundiales, hay varios shocks externos que podrían afectarle.
Comentarios
Publicar un comentario