¿Hacia dónde va el Perú?
¿Hacia dónde va el Perú?
Infolatam
(Especial para Infolatam por Rogelio
Núñez)-. Perú es un país que ha logrado crecer a un alto ritmo desde
hace ya casi 20 años respetando las magnitudes macroeconómicas, pese a que su
sistema político no ha funcionado siempre correctamente. Ahora que se inicia un
nuevo ciclo económico, ¿Perú se plantea como afrontar esta nueva etapa marcada por el menor crecimiento y el
riesgo de la desaceleración?
Ese ha sido uno de los principales temas abordados
por la delegación de inPERU,
grupo que reúne a varias asociaciones empresariales peruanas, junto con una
delegación política encabezada por el Ministro de Producción de Perú, Piero
Ghezzi Solís.
Ellos fueron los protagonistas de un coloquio en la
Casa América, convocado por Llorente & Cuenca e inPerú, en
el que el orador principal fue el ministro de la Producción.
La respuesta de Perú a la ralentización
de la economía
Perú, como el resto de América latina, va a crecer menos en 2014 y 2015 (en
algunos países como Argentina, Venezuela y Brasil ya se habla directamente de
crisis). El ministro peruano confirmó que en los próximos años “el
crecimiento potencial de Perú será del 5% y ya no del 7%. Esperamos
que haya un repunte en 2015 como ha empezado a notarse ya en el tercer y cuarto
trimestre”.
Este periodo de menor crecimiento, que coquetea con
la ralentización e incluso puede provocar que algunas naciones caigan en
crisis, demanda de los políticos tomar medidas para abordar las asignaturas
pendientes que arrastran los países de la región.
¿Y cuáles son esas asignaturas pendientes en el
caso peruano?
El ministro Solís señala como principales retos
“las infraestructuras -educativas, sanitarias y comunicacionales-, la educación
(Perú solo invierte un 3% de su PIB en educación), la institucionalidad débil y
el índice de innovación bajo”.
Esas debilidades son las que hacen que Perú corra
el peligro de caer en la llamada “trampa de los países con ingresos medios”. Es
decir que el país haya pasado de ser un país pobre a ser uno de ingresos medios
pero que la falta de reformas le condenen a no poder dar el siguiente salto.
“No necesitas instituciones fuertes para crecer,
pero para sostener el crecimiento y para romper la trampa de los
ingresos medios no ha habido ningún país con institucionalidad débil que lo
haya podido hacer”, señala el ministro.
Para romper esa trampa, el mayor riesgo al que se
enfrenta Perú en la actual coyuntura, Solís señala que es necesario poner
énfasis en volver a crecer al 7%. Pero, cómo hacerlo en un mundo -China, sobre
todo-. en ralentización.
Piero Ghezzi Solís: “Hay que meterle
más motores al crecimiento para que Perú no dependa solo del motor
minero-energético que es un sector fundamental como fuente fiscal, empleador y
generador de tecnologías, pero que no puede ser la única locomotora que tire
del país”.
La respuesta, para Solís, es “meterle más
motores al crecimiento para que Perú no dependa solo del motor
minero-energético que es un sector fundamental como fuente fiscal, empleador y
generador de tecnologías, pero que no puede ser la única locomotora que tire
del país”.
Para poner en funcionamiento a esos motores son
necesarias reformas y un plan que dé continuidad a las políticas públicas.
El ministro Solís, que ha sido el encargado de
diseñar un Plan de Diversificación para la administración de Ollanta Humala,
propone además mayor inversión en educación porque “la mejor manera de
repotenciar al país es repotenciar a nuestros trabajadores y mejorar
nuestras capacidades productivas, eso pasa por mejorar la educación, la salud,
etc. La mayor inclusión que puedes darle a un trabajador es hacerlo más
productivo”.
Esa diversificación de la economía peruana se basa
en tres ejes: “Diversificar la canasta exportadora, mejorar la
regulación reduciendo la “tramitología”, y el aumento de la productividad acabando
con la heterogeneidad productiva en un país con un 70% de economía informal y
un 95% de microempresas, muchas improductivas. Un economía dual con un pujante
sector moderno y un informal y poco productivo”.
Perú tiene un amplio terreno y camino por el que
crecer, no solo la minería, como es el ámbito forestal, las empresas de
servicios, la gastronomía, la metalmecánica y la agroindustria.
Solís, que confiesa sentirse “preocupado pero
optimista con la situación económica”, cree que Perú y América latina tienen la
posibilidad de reaccionar al empeoramiento económico antes de que este se
profundice, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones.
¿Es posible dar continuidad a la
apuesta?
Perú tiene, por lo tanto, este reto por delante
pero la duda es si los esfuerzos de determinados ministros o gobiernos van a
tener continuidad en el tiempo. Sobre todo en un país como Perú sin un sistema
de partidos sólido y con presidentes con bajísimo nivel de aprobación.
El ministro Solís apela al sector privado como ese
pilar que sostenga por el tiempo el proyecto: “Es fundamental partir de lo que
ya existe y enfocarnos en eliminar los cuellos de botella públicos y privados
que limitan nuestras capacidades de crecimiento. Es importantísimo tener al
sector privado –grande y pequeño– como un socio estratégico de este
plan”.
En ese mismo sentido, José Antonio Blanco,
presidente de InPerú, comentó a Infolatam que “sería ideal que en Perú pudiera
tomar cuerpo una iniciativa como la del Pacto por México pero en nuestro país
no tenemos partidos fuertes y estructurados como en México. El gran
desafío que tenemos es darle continuidad a los planes de desarrollo y diversificación
para que no queden entrampados como un proyecto de una administración
concreta”.
La continuidad o no de estas iniciativas se pone en
juego en Perú en el próximo año y medio sobre todo porque en 2016 habrá
elecciones presidenciales.
Comentarios
Publicar un comentario