"2016 estará por debajo de la tendencia, por lo que podría describirse como una recesión de crecimiento"

Martin Wolf: "2016 estará por debajo de la tendencia, por lo que podría describirse como una recesión de crecimiento"
¿Qué les pasa a los mercados? ¿Hacia dónde va la economía global? ¿El mundo se acerca a una crisis como la de 2009? Había que buscar respuestas, y es el destacado economista y columnista del Financial Times, Martin Wolf, quien intenta despejar las principales dudas.
Constanza Morales Huidobro14 de febrero del 2016

La lluvia que caracteriza a Londres en esta época del año se tomó una pausa el jueves. Si bien las temperaturas no superaban los 9° Celsius, los rayos de sol servían como indicio de que el “largo, frío y desolado invierno”, como cantaba The Beatles, está por terminar.
La esperanza que genera la llegada de la primavera en el hemisferio norte contrasta dramáticamente con el sombrío panorama que viven los mercados globales, que esta semana volvieron a ser protagonistas debido a sus bruscos retrocesos. ¿La razón? Los crecientes temores de que la actividad mundial se esté aproximando hacia una recesión.
En su despacho en Southwark Bridge 1, donde se ubican las oficinas centrales del influyente periódico británico Financial Times, Martin Wolf espera la llamada de La Tercera para analizar las perspectivas para la economía global. Rápidamente comienza la conversación, abordando los tres temas económicos que están marcando la agenda: la fuerte agitación financiera, la compleja situación de China y el inicio del ajuste monetario por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
¿Cuál es su evaluación de la situación que vive la economía global hoy? 
Por lo que puedo ver en la economía, no es excelente. Me parece plausible que, por lo que estamos viendo actualmente, sea un año de crecimiento por debajo de la tendencia, por lo que podría describirse como una recesión de crecimiento o un déficit de crecimiento. El FMI podría estar siendo muy optimista en su reciente pronóstico de 3,4%. Veo el crecimiento en términos reales a precios de mercado, probablemente cerca de 2%, y sería más alto a precio de poder de compra. Sin embargo, no estamos viendo ninguna señal todavía de una recesión global. Una caída absoluta del PIB mundial es muy poco probable, es un evento muy raro. Claramente, los riesgos son a la baja, pero veo un período más prolongado de menor crecimiento en vez de una recesión global total. 
¿Cómo describiría el comportamiento de los mercados?
Obviamente, han estado increíblemente volátiles y muy, muy nerviosos.
¿Por qué?
Me parece que no es terriblemente difícil ver por qué. Existen grandes incertidumbres en la economía mundial. La primera gran incertidumbre económica se asocia con el ajuste de la Fed: si es que el crecimiento de Estados Unidos se va a ralentizar por la normalización de las tasas, cuán lejos irá el proceso y qué efectos tendrá sobre los mercados financieros alrededor del mundo.
La segunda gran incertidumbre económica se relaciona con China: el manejo de la desaceleración, la política cambiaria, las salidas de capital que estamos viendo y la posibilidad que, dada la debilidad del mercado bursátil chino, haya una mayor salida de capital, lo que llegaría a ser bastante desestabilizante. Estos dos grandes riesgos interactúan con un gran nivel de incertidumbre sobre muchas economías emergentes en vista de la caída de los precios de las materias primas y el gran endeudamiento realizado en moneda extranjera en años recientes por muchas compañías de economías emergentes. Existe la preocupación de que estas dos grandes incertidumbres de Estados Unidos y China interactuarán con el estallido de los commodities para generar una ola considerable de pérdidas financieras y estrés bancario alrededor del mundo. Esto, obviamente, es posible.
¿Visualiza otros riesgos?
Existe una gran cantidad de incertidumbres geopolíticas en Medio Oriente; en Europa por la crisis migratoria, y el riesgo de que Gran Bretaña abandone la Unión Europea; hay malas relaciones entre Occidente y Rusia; hay tensiones entre China y EE.UU. por el Mar del Sur de China. Finalmente, todo esto está pasando en momentos en que las bolsas occidentales han estado muy fuertes durante mucho tiempo y aún están altamente valoradas. Existe un riesgo obvio a la baja en los mercados simplemente porque las acciones, en términos históricos, están altamente valoradas.   
Hay que recordar los antecedentes básicos del mundo: nuestras economías están altamente apalancadas, hay una enorme cantidad de deuda por todas partes, la deuda no ha disminuido desde la crisis, ha subido en las economías emergentes y no ha disminuido realmente en los países desarrollados, lo que hace a nuestras economías bastante frágiles. Por lo tanto, no es sorprendente que los mercados estén sintiéndose muy nerviosos. 
Si la situación empeora, ¿podríamos ver una repetición de lo que sucedió en 2008?
Una de las cosas que he aprendido es nunca digas nunca. Podría ver escenarios en que las cosas podrían ser muy, muy malas. Los mercados pueden generar sus propias crisis. En un grado muy significativo, la severidad de la crisis de 2008 fue causada por un pánico en los mercados, que en cierto modo fue exagerado. 
Si es que hubiese una salida de todos los activos de riesgo, y lo vemos ahora en la salida de las acciones bancarias y de los créditos bancarios, si es que hubiese una salida de la deuda soberana más débil, como en la zona euro, uno podría imaginar que esto crearía pánico, el pánico llevaría a una reducción del préstamo por parte de las instituciones financieras, lo que provocaría una desaceleración. Cuando la gente vea eso, estarán preocupados de perder su trabajo, por lo que dejarán de gastar, las compañías tendrían dificultades, tendrían que recortar la inversión y, de repente, estás en una recesión. Si una perturbación del mercado es lo suficientemente grande, generará una recesión por su propia cuenta. No diría que esto es imposible, porque he aprendido que no es imposible. Sin embargo, en general, argumentaría que las crisis realmente grandes han tendido a ser seguidas por períodos de euforia total. Cuando las personas están muy confiadas, toman grandes riesgos y de repente se dan cuenta de que estaban demasiado confiadas, que han tomado riesgos absurdos y entran en pánico y todo se va a modo crisis.
¿Hemos vivido un período de euforia total?
A mi juicio, en el mundo occidental no hemos tenido una euforia total desde 2006. Incluso, en el mundo emergente hubo euforia en China, Brasil y Rusia, pero no diría que lo que ha pasado en la mayoría de los países emergentes en los últimos seis o siete años haya sido una verdadera euforia.     
No veo las bases para una inversión masiva de la confianza, lo que tiende a ser muy perturbador, pero hay que reconocer que tenemos mucha deuda y las economías están frágiles. Es muy probable que tengamos una desaceleración significativa, sin un pánico y una verdadera crisis financiera global. Hay espacio de política para lidiar con esto, pero no podemos estar completamente confiados.
¿Está preparado el mundo para enfrentar una nueva crisis?
En realidad, no. Depende de lo que uno quiera decir con ‘preparado’. Si hay una serie de crisis masivas en las economías emergentes, siempre es difícil lidiar con esto, porque estos países no tienen la capacidad de crear dinero sin límites como sí la tienen las naciones desarrolladas. El FMI tiene mucho dinero en este momento, una enorme capacidad de préstamo, y ciertamente la usaría. Si fueran grandes economías emergentes, ellos ayudarían con certeza. 
¿Y en el caso de China?
China tiene mucho espacio de política, aunque no es infinito, porque está perdiendo reservas foráneas de manera bastante rápida ahora. Además, es una nación acreedora, tiene ahorros muy altos, el gobierno es solvente, siempre puede soltar el tipo de cambio, de ser necesario. 
¿Y los mercados avanzados?
Los países desarrollados continúan teniendo mucho espacio de política, simplemente porque están sufriendo un riesgo de deflación en vez de inflación, lo que significa que sus bancos centrales aún pueden crear un montón de dinero si es que lo necesitaran. No estoy diciendo que esto es deseable, pero si necesitaran hacerlo, podrían hacerlo. Ahora, tendrían que hacerlo de una manera distinta a la que lo han hecho hasta ahora. No creo que sea un QE (alivio cuantitativo) ortodoxo, las medidas serían más bien no convencionales.
En resumen, si las cosas terminaran saliendo muy mal, sería posible estabilizarlas, pero que esto pase tantos años después de la crisis subrayaría la medida en la que no hemos arreglado nuestros problemas fundamentales, y es bastante claro que no lo hemos hecho.
Si es que vivimos una nueva crisis, ¿qué impacto podría tener sobre los mercados emergentes?
Podría ser muy malo. Me parece que estos países ya están en dificultades considerables. No he mirado los detalles de cada país, pero en América Latina, por ejemplo, hay una gran recesión en Brasil, una enorme recesión en Venezuela y bastantes otros países tienen grandes problemas.
Alrededor del mundo, el colapso de los precios de las materias primas está afectando adversamente a una enorme cantidad de economías emergentes, y particularmente a los exportadores de petróleo, como Arabia Saudita y Nigeria. Ellos ya son muy vulnerables y muy pocos grandes países emergentes están muy bien. Probablemente, el más fuerte en estos momentos es India, que se está beneficiando mucho de la caída del petróleo. Si uno impone una gran crisis financiera sobre estas naciones, esperaría que muchas economías cayeran en recesión. Sin embargo, esto no sería lo suficientemente grande como para crear una recesión global, porque, en esta hipótesis, las economías del mundo realmente grandes continuarían creciendo.   
¿Cómo se pueden proteger estos mercados de un contagio global?
En algún sentido, ya es muy tarde. Las cosas se tienen que hacer antes. Es en los buenos tiempos cuando los países se tienen que hacer fuertes y resilientes, no en los tiempos malos.
Todos saben que, en general, para minimizar los riesgos uno necesita una posición inicial fiscal sólida en términos de deuda y déficit; un sector financiero robusto, que pueda enfrentar grandes pérdidas sin problemas; un tipo de cambio flexible, creo que eso es muy, muy importante. Es mejor tener una economía relativamente diversificada, a menudo más difícil para un mercado en desarrollo; uno necesita reservas foráneas considerables para amortiguar los grandes shocks, y uno tiene que asegurarse de que el país, y aquí incluyo al sector privado, no se haya endeudado mucho. La deuda crediticia del sector privado puede ser tan peligrosa como la deuda del sector público, y eso lo hemos visto en muchos países. Sé que Chile dependió de eso a inicios de los 80.


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