América latina no ha sido capaz de pasar del crecimiento al desarrollo
Francisco Panizza: “América latina no ha sido capaz de
pasar del crecimiento al desarrollo”
Infolatam
Madrid, 24 de febrero de 2016
Madrid, 24 de febrero de 2016
(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. América latina
asiste desde 2013 al final de un periodo de su historia marcado por el boom de la exportación de las materias primas, la
conocida como “Década Dorada”. El académico uruguayo Francisco
Panizza sostiene que “es muy peligrosa la hiperdependencia de las
materias primas que se ha dado en los tres últimos lustros” en los cuales “no
se han construido las bases para pasar del crecimiento al desarrollo”. Ese
sería uno de los retos al que ahora se enfrenta la región.
El Dr. Francisco Panizza, profesor del
Department of Government The London School of Economics and Political Science,
es autor de numerosos artículos y libros como “Populism and the mirror of
democracy“, “El populismo como espejo de la democracia” (compilador,
2009).
Infolatam ha hablado con él
aprovechando su paso por España para dar una conferencia en el Instituto de Iberoamérica
de la Universidad de Salamanca titulada “Commodity boom:
¿década ganada o una década perdida para América Latina?”.
P-. ¿Cree usted qué América latina ha
sabido aprovechar el gran crecimiento que experimentó desde 2003?
R-. Más allá de las especificidades de cada país, se
puede afirmar en general que la región no ha logrado liberarse de la
dependencia de los ciclos económicos con respecto a las tasas de interés y el
precio de las materias primas. Hay países que lo han hecho mejor que
otros, pero en esta “Década Dorada” no se han construido las bases para
pasar del crecimiento al desarrollo. En lo social ha habido avances muy
importantes en cuanto a disminución de la pobreza, la indigencia y la
desigualdad. Pero aún queda mucha tarea pendiente sobre todo porque desde 2012
se ha paralizado el progreso social con el aumento del desempleo causado por la
ralentización.
La región al unísono ha llegado a la misma conclusión: Acabaron las vacas gordas y el viento de cola en América latina.
Esta realidad ya asumida ha provocado se haya pasado de pensar que se vivía en
“la década latinoamericana” a calificar de forma casi unánime estos nuevos tiempos como
“difíciles”. En un lustro, la región ha transitado de vivir en la
autocomplacencia a empezar a estar sumida en el pesimismo.
De nuevo como en los años 80 y 90 hay que hacer la
tarea que o no se hizo, o se hizo a medias en los tiempos de bonanza. Y esos
retos se dan en tres campos decisivos: el político, para reforzar la
legitimidad de los sistemas democráticos; el económico, para recuperar la senda
del crecimiento; y el social, para no perder el terreno ganado en la reducción
de la pobreza.
Al igual que los alcohólicos, la región debe reconocer
su perniciosa dependencia de las materias primas y que los precios de estas van
a ser bajos a partir de ahora. Todo lo cual lleva a impulsar reformas profundas
para retomar el camino del crecimiento:
P-. ¿Tienen razón entonces aquellos que
hablan de “una maldición de las materias primas”?
R-. No creo que las materias primas sean una maldición
pues hay países que dependen de ellas y las ha ido bastante bien. Es
muy peligrosa la hiperdependencia de las materias primas o la
“chinodependencia” que se ha dado en los tres últimos lustros. El reto para
la región es tener capacidad para exportar con mayor valor agregado a la vez
que hay que diversificar y modernizar los sistemas de servicios. Ello requiere
una calificación y mejora de la calidad de la mano de obra que es uno de los
grandes déficits de Latinoamérica. En la región existe una brecha entre
un sector muy modernizado que compite internacionalmente y un sector
mayoritario que está en la informalidad y con baja productividad.
Caída del precio del petróleo. Infografía:
El Universo
La desaceleración económica lleva aparejada otra serie de
malas noticias para la región. Una de ellas es la aparición, o incremento según
los casos, de los déficits fiscales. Un problema que es producto de la caída de los precios de las
exportaciones y el incremento heredado de la “década
dorada”(2003-2013) del gasto público.
Echando un vistazo a la región se concluye que el del
déficit fiscal es un problema general (si bien más agudo en Venezuela que en
Perú, por ejemplo) y que la gran diferencia estriba en que unos países ya están
poniendo en marcha medidas de ajuste (México, Brasil e incluso Ecuador) y otros
no (Argentina o Venezuela).
P-. América latina se encontraría ante el
final de otro ciclo histórico tras la época de la sustitución por importación
de importaciones (1930-1980), la de las reformas neoliberales (1980-1999) o el
periodo de la “Década Dorada” (2003-2013)?
R-. La cuestión no es pensar tanto en que este modelo
se acabó y otro empieza. Las tres últimas décadas han sido décadas perdidas
para los críticos de cada uno de esos modelos. Sin embargo, lo
importantes es que buscar en cada época sus virtualidades y hay que pensar más
en términos de desafíos y acumulaciones. Cada década, la de los 80, los 90 y la
pasada ha traído elementos positivos y no solo negativos. No hay que
tirar por la ventana lo que pasó en la década precedente. Es necesario avanzar
no a partir de pasar a la fase cero sino verlo como acumulaciones.
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