EL LIBRO DEL DESARROLLO
EL LIBRO DEL DESARROLLO
Pedro Hinojosa
El progreso económico
de las naciones, según Adam Smith, no se basa en su localización geográfica, ni
en los procesos evolutivos, ni tampoco en las características tropicales -como
vimos que afirman las diversas teorías que hasta hoy han liderado el
pensamiento económico de América Latina- sino en el esfuerzo que realicen todos
y cada uno de sus habitantes. ‘La Riqueza de las Naciones’ empieza con
la siguiente frase:
‘El trabajo anual de cada nación
es el fondo que la surte originalmente de todas aquellas cosas necesarias y
útiles para la vida que se consumen anualmente en ella, y que consisten siempre
o en el producto inmediato de aquel trabajo, o en lo que con aquel producto se
adquiere de las demás naciones.
Según, pues, aquella proporción
que este producto, o lo que con él se adquiere, guarde con el número de los que
han de consumirlo, así la nación estará más o menos abastecida de las cosas
necesarias y útiles que más conduzcan para su uso o su necesidad.’
Esa frase resume el
mensaje que cristaliza en su obra y que, en definitiva, afirma que la riqueza
de una nación depende de tres factores: del eficiente uso de sus recursos
naturales y humanos, de un amplio intercambio de sus productos y de una
equitativa distribución del ingreso.
A pesar de la soberbia sencillez
de ese mensaje –sencillez que Smith utiliza en toda su obra- su significado
tiene una profunda relevancia para la búsqueda del sendero que conduce al
desarrollo de América Latina.
America Latina entre luces y sombras de Alfredo Vergara
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