Que es el capitalismo?



Que es el capitalismo?

Pedro Hinojosa

 El capitalismo es un orden socioeconómico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, y que se encuentra mayormente determinado por relaciones económicas relacionadas con las actividades de inversión y obtención de beneficios.
En el capitalismo, los individuos, y/o empresas usualmente representadas por los mismos, llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de los mismos se realiza libremente a través del comercio, y por tanto la división del trabajo se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio. La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a una evaluación constante de la eficiencia mediante un sistema de precios para los bienes y servicios. A su vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado libre que depende de la interacción entre una oferta y una demanda dada por las elecciones de productores y consumidores.
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, se relaciona mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta o burguesa que es su corolario previo.
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad está formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de éste y otras formas sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica, y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario. Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.
Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva social e ideológica desde la cual se lo analice
Notable progreso del capitalismo en Bolivia (autor: Luis Antezana)
  Mientras las máximas autoridades de la alta jerarquía burocrática del país proclaman de palabra y a calzón quitado luchar contra el capitalismo y establecer, en cambio, un sistema socialista, en la realidad de los hechos sociales, por el contrario, se desarrolla con notable intensidad y velocidad el sistema capitalista, poniendo de lado toda ilusión socialista.
Ese desarrollo del sistema económico capitalista de que es escenario la realidad histórica boliviana, no sólo es un capitalismo en términos abstractos, sino que es un capitalismo salvaje y darviniano que se basa en la transposición de la teoría de Darwin de la biología a la sociología.
La sociedad boliviana en general está desarrollando el capitalismo día a día y con creciente intensidad, cuyo origen está en el año 1952. Con base en determinados aspectos se forma una clase de gente con riqueza, mientras otra se va empobreciendo. Es más, el sector de la burguesía criolla tiene una iniciativa arrolladora que impone sus puntos de vista aun en forma dictatorial e inclusive desconociendo al Estado.
El sector social de gente rica de los campos y las ciudades (campesinos, choferes, gremiales, cocaleros, contrabandistas, burócratas, etc.) se enriquece y acumula capitales y bienes, hasta, en algunos casos, en forma inescrupulosa. En este sector social inclusive ha surgido una capa superior muy fuerte. Está organizado en poderosos gremios de tipo corporativo, mal llamados “sindicatos”.
Entre tanto, por otro lado, va naciendo una clase obrera o proletaria que es explotada de manera intensiva. Trabaja con salario mínimo o sueldo de hambre; no goza de algún beneficio social, trabaja de sol a sol, carece de las mínimas condiciones de seguridad, no tiene seguridad laboral, no tiene ninguna clase de propiedad. No sólo eso, sino que se le ha prohibido organizarse en sindicatos, so pena de perder el trabajo.
Ese sistema de explotación laboral, definido como “capitalismo salvaje”, solamente existió en Inglaterra y Europa hace doscientos años. Fue superado después de larga maduración, pero ahora ha surgido en Bolivia como producto de su propia evolución histórica y sin posibilidad de marchar por otro camino. Se puede decir que es independiente de la voluntad de los individuos y los soñadores políticos.
Los viejos sindicatos agrarios formados por campesinos sin tierra, se han convertido en gremios de campesinos ricos con tierra, con tendencia a convertirse en granjeros con automóvil o camión a la puerta y que en las reuniones mal llamadas “sindicales”, imponen sus puntos de vista de carácter capitalista y a las que no tienen entrada los campesinos obreros sin tierra.
Igual cosa sucede en cooperativas, organizaciones gremiales, minas pequeñas, en sectores de transportistas, comerciantes, cocaleros, etc., todos ellos organizados en sindicatos que en realidad no son tales y, más bien, son gremios de pequeños o grandes capitalistas que no están sometidos a ninguna legislación y, en realidad, practican un capitalismo salvaje que no tiene la menor influencia del Gobierno, o sea que viven de sus propias leyes. Es más, desconocen al Estado.
Bolivia está viviendo, pues, una etapa económica de desarrollo capitalista salvaje no sólo por impulso natural sino fomentado directa o indirectamente por el Estado, aunque este se diga de orientación socialista y anticapitalista. Anuncios socialistas no pasan de ser ofertas demagógicas o populistas que son palabras que se lleva el viento.
Fuente: Wikipedia y Luis Antezana.

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