Empobreciéndose en las ciudades
Empobreciéndose en las ciudades
Pedro Hinojosa
Evidentemente, las ciudades
especialmente de La Paz ,
Cochabamba, Santa cruz están acumulando pobreza a consecuencia del lento
proceso de depauperación, esta afirmación tiene su respaldo en la tasas de crecimiento,
si hasta 1985 la población era eminentemente rural con un 73%, existió un
proceso de inflexión, es decir, la población urbana paso a constituir un 62% de
la población total nacional y la rural se redujo a un 38% de acuerdo al ultimo
censo nacional.
Este fenómeno social no estuvo
acompañado en las mismas proporciones por medidas colaterales como ser la
dotación de condiciones mínimas de infraestructura, educación, producción y
empleo. Sencillamente, persiste la miope visión de gran parte de la población
en el sentido de que el proceso de urbanización o conformando parte de la
población urbana obtendrán status social o mejorarán sus condiciones de vida. Grave error.
Es sumamente interesante observar que
este fenómeno produce otro no visualizado por los cientistas sociales en su
plenitud: la riqueza lentamente se está trasladando al campo o tal vez a hijos
del campo. O en otras palabras a los que se quedan en el campo forjando su
futuro.
Pero como se produce este fenómeno?
Presentamos el ejemplo objetivo de los
productores de tomate. Trabajan de sol a sol por mas de dieciocho
horas en terrenos de mas de cinco hectáreas, la mayoría de estas tierras
son alquiladas a sus propietarios que
hicieron abandono del campo.
Sin haber realizado mínimos estudios
universitarios intervienen en el proceso de producción desde la provisión de
insumos (insecticidas, funguicidas, fertilizantes) y materias primas(semillas)
, su producción y cosecha, finalmente la comercialización en los principales
mercados, prácticamente están eliminando a los intermediarios (transportistas y
comercializadores). En otras palabras no tienen tiempo menos días libres.
Fenómeno contrario ocurre en las ciudades donde la gente camina desesperada en
busca de trabajos cómodos, fáciles con horario y salarios fijos, en otros términos entran en
competencia descarnada donde inclusive
incurren en faltas de ética y todo por
casi nada, no se dan (o no quieren ) darse cuenta que están en un proceso de
lento empobrecimiento.
Quienes serán los próximos ricos es la
pregunta del millón, la respuesta es
fácil : Los que trabajan fuerte , en este caso, los llamados campesinos como
ser productores de papa, tomate, cebolla,
fabricantes de chicha, etc. etc.
A estas personas no les importa el status social, saben que con dinero
obtendrán lo que les es negado socialmente. Serán sus hijos que actualmente
estudian en universidades extranjeras los que podrán asumir posiciones sociales,
económicas y hasta políticas.
Seguramente en las próximas elecciones
nacionales observaremos que los candidatos serán de este origen en mayor
cantidad y calidad. No es casual ni
coyuntural el surgimiento de políticos de origen rural, es un lento proceso que
refleja el movimiento de la riqueza al campo. En otras palabras demuestran que
lo único cierto es que la fuerza del
trabajo constituye la fuente segura de ingreso y por consiguiente de
riqueza honesta.
El siguiente ejemplo es patético: Mientras que
en las ciudades los regalos otorgados en los matrimonios reflejan la pobreza
disimulada de los invitados, en el campo a los novios solamente les faltan los
hijos porque los regalos son hechos con
aprecio y con la bondad del bolsillo.
En este entendido, todo lo anteriormente manifestado
constituye un pequeño reconocimiento a esos productores anónimos que no conocen
paros, huelgas y asimismo es un llamado de alerta a los pobladores del área
urbana que sin darse cuenta poco a poco se están empobreciendo más. El aumento de la pobreza ha de ser explosivo
en las áreas urbanas, al influjo del creciente desempleo, la informalidad, la
migración proveniente del campo y la reducción del consumo.
Para el sustento de lo antes
mencionado presento algunas breves reflexiones de un conjunto de
investigaciones que están por salir y que inevitablemente confirmaran lo
sospechado, digo inevitable, porque para algunas personas que viven en las ciudades no es de su total agrado:
Élites regionales
Los Tiempos,Cochabamba
Por Diego Ayo - 16/05/2013
El Programa de
Investigaciones Estratégicas de Bolivia (PIEB) lanzó hace casi un año la
convocatoria para comprender el surgimiento de nuevas élites en Bolivia.
¿Cuáles son los hallazgos? No hay duda que es mucho lo que se puede decir y
este breve espacio a lo sumo me permite comentar algunas ideas de lo estudiado.
Sepa el lector que las investigaciones no han sido aún publicadas y que una vez
que lo sean el debate quedará abierto. Mientras tanto, disculpen mis colegas
del PIEB si hago uso de sus textos en borrador para empezar a sugerir ideas de
debate.
Por de pronto es
importante mencionar algunos aspectos de cara a lo que es el área de reflexión
de esta columna: las autonomías y/o el desarrollo regional.
De tal manera, lo
pertinente es comenzar comentando que en todas estas investigaciones hay un
factor común: en las diferentes situaciones visualizadas siempre se contempla
el ascenso vertiginoso de élites indígenas. O quizás, más que su ascenso se
observa su consolidación. De tal modo, se puede plantear una tesis preliminar:
por primera vez en nuestra historia la economía indígena salió de su anonimato
y/o subordinación al “gran capital”, logrando (por primera vez) que la economía
esté dirigida por aimaras o quechuas. No pretendo aportar datos generales sobre
lo comentado. Quede constancia de que la Zona Franca en Pando está controlada
por migrantes collas (investigación de Carol Carlo), igual que el transporte
interprovincial en Santa Cruz (investigación de Carmen Dunia Sandóval), el
comercio con Chile, los puestos de venta en la Illampu (investigación de Nico
Tassi), la economía de la coca en Yungas (Alisson Spedding), el turismo en Toro
Toro (Fernando Galindo) y/o el “control” de las licitaciones públicas
municipales en diferentes gobiernos ediles (investigación de Diego Ayo).
Ello plantea una segunda
tesis: el surgimiento económico indígena fue anterior a la Revolución Política
liderada por Evo Morales. Considero que fue en el periodo neoliberal que se
nacieron y/o se empezaron a fortalecer estos grupos, aprovechando los
“intersticios” (Tassi) de la economía. La apertura irrestricta del comercio que
se consolidó en este periodo económico posibilitó el empoderamiento de sectores
ligados al comercio y al transporte. Como dice Spedding, si antes del 21060 el
transporte estaba monopolizado por determinadas élites del pueblo, su sola
implementación democratizó el manejo de este sector económico, logrando el
despegue de diversas élites antes prohibidas de ingresar a estos territorios
oligopólicamente manejados. Y, claro ello derivó en similar ampliación y
democratización del comercio. Ya vio Fernando Prado en su estudio sobre las
élites en Santa Cruz que las ferias de las Siete Calles y otras son controladas
por migrantes collas.
Ello plantea una tercera
tesis: una historia que comienza con el presidente que pasó de haber nacido al
calor de una silenciosa revolución burguesa previa al ascenso de Evo Morales, a
la consolidación de un régimen burgués. De revolución capitalista pasa en esta
nueva fase a la cabeza de Morales a ser un régimen capitalista. Y es que la
permisividad política con chuteros, contrabandistas y/o fracciones cocaleras
ligadas al narcotráfico, tanto como el inmenso caudal de recursos fiscales que
ingresó a la economía nacional, terminan por consolidar a estas “nuevas”
élites, indigenizando, por decirlo de algún modo, el espectro económico
nacional. Y es acá cuando surge la tesis que tiene que ver con el área de
reflexión de esta columna: la geografía regional indígena ya no es andina. O,
para ser más exacto, ya no lo es hace tiempo, pero recién lo es de modo
hegemónico o con vías a serlo. La frontera aimara o quechua es hoy el país en
su conjunto y más allá (de ahí las remesas). Bolivia se ha indianizado. Alguien
me dirá que siempre lo estuvo. Me permito afirmar que no. Sólo el asentamiento
de determinadas élites permite hablar de ello. Antes posiblemente la estructura
social pigmentocrática nos decía que Bolivia era india. Hoy es más que eso. Es
muy difícil concebir la consolidación de un proyecto político si se carece de
élites. Y lo que vemos hoy son élites en apronte. No están ligadas entre sí y
hasta quizás podrían estar contra de su par étnico: don Evo Morales. Pero
empujan a “sus” propias clases tras de sí.
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