FELICIDAD INTERNA BRUTA
Latinoamérica busca cómo medir la felicidad
Infolatam/Efe
La Paz, 20 de agosto de 2014
La Paz, 20 de agosto de 2014
Las claves
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En 2011, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que
reconoce la felicidad como un "objetivo humano fundamental", a instancias
de Bután, que mide la Felicidad Interna Bruta (FIB) para conocer cuán
satisfecha está su población, tras considerar que para ello es insuficiente el
tradicional Producto Interior Bruto (PIB).
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La viceministra venezolana de la Suprema Felicidad del Pueblo, Carolina
Cestari, reconoció que no es una tarea sencilla establecer técnicamente la
métrica de la felicidad en la realidad de cada pueblo, pero consideró que deben
tomarse en cuenta avances como la alfabetización en las poblaciones
Con el ejemplo del pequeño reino de Bután, pionero
desde hace varias décadas en evaluar la “Felicidad Interna Bruta” de su
población, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Venezuela discuten cómo medir el
“vivir bien” o el “buen vivir” como alternativa a la mera cuantificación de la
riqueza material.
Los representantes de los gobiernos y varias
organizaciones sociales de Bután y las cinco naciones discutieron durante dos
días en la ciudad boliviana de La Paz las ideas y propuestas orientadas a ese
propósito en el “Encuentro internacional para la métrica del vivir bien,
felicidad y el buen vivir”.
El presidente del Centro de Estudios de Bután, Dasho
Karma Ura, explicó en este foro que las mediciones hechas en su país han
detectado varios grados de felicidad, entre los “no felices, mas no
desesperados” y “los profundamente felices”.
“Cuando una persona tiene mucho tiempo no cuenta
con recursos y no tiene energía para ser feliz y, por otro lado, cuando se
tiene tiempo, ya no cuenta con los recursos, ni la energía para serlo”, comentó
el investigador como una lección de las mediciones hechas.
Los “intensamente felices” lograron hacer su mente
inmune a las influencias externas, independientemente de sus condiciones de
vida, apuntó Karma Ura, al postular como una necesidad la habilidad de una
“fluctuación de la mente” para buscar la felicidad.
En 2011, la Asamblea General de la ONU aprobó una
resolución que reconoce la felicidad como un “objetivo humano fundamental”, a
instancias de Bután, que mide la Felicidad Interna Bruta (FIB) para conocer
cuán satisfecha está su población, tras considerar que para ello es
insuficiente el tradicional Producto Interior Bruto (PIB).
Karma Ura recomendó reformular las preguntas de un
cuestionario que el Gobierno de Bolivia está diseñando para evaluar el “vivir
bien” de sus ciudadanos y que, en principio, tiene hasta 72 preguntas que, a su
juicio, podrían ser combinadas.
Algunas ideas básicas que deben tomarse en cuenta
son la calidad de vivienda o el número de días de felicidad, pero con una
escala de valoración por ejemplo del 0 al 10, como se hace en Bután, en lugar
de una simple diferenciación entre el “sí” y el “no”, agregó.
La frecuencia de la consulta sobre la felicidad
podría ser cada cinco años, el mismo período para elecciones nacionales, dijo.
“Es importante la métrica del ‘vivir bien’. Es como
la nueva marca de Bolivia”, agregó, al señalar que esa podría ser una nueva
referencia internacional en la región.
Para el secretario del Buen Vivir del Gobierno de
Ecuador, Freddy Ehlers, el ejemplo de Bután, que mide la felicidad de su
población en lugar del tradicional Producto Interior Bruto (PIB), supone un
cambio “fundamental” e “histórico” para la vida de las naciones.
A su juicio, es un tema de “profundas implicaciones
filosóficas, espirituales, culturales, es una verdadera revolución lo que se
está proponiendo. Una revolución de la paz, de la amistad, del amor”.
Ehlers relató que en Ecuador se inspiran en una
frase de los sabios del pueblo aimara: “Que todos vayamos juntos, que nadie se
quede atrás, que todo alcance para todos y que a nadie le falte nada”.
También destacó que se trata de un cambio
individual y que el ‘buen vivir’ es una decisión de los seres humanos en
armonía entre ellos y con la naturaleza, y no algo que se pueda imponer desde
“los Gobiernos, los ejércitos, ni el poder económico-político”.
La viceministra venezolana de la Suprema Felicidad
del Pueblo, Carolina Cestari, reconoció que no es una tarea
sencilla establecer técnicamente la métrica de la felicidad en la realidad de
cada pueblo, pero consideró que deben tomarse en cuenta avances como la
alfabetización en las poblaciones
“Venezuela tiene 33 misiones que trabajan todos los
días de lunes a domingo arduamente para llevarle a nuestros pueblos salud,
educación, vivienda. Todo eso forma parte del bienestar de un pueblo y eso debe
refundar en la felicidad del mismo”, declaró Cestari.
En la reunión, un mexicano realizó rituales con
sahumerios, papel de colores, sándalo, lana y piel de serpiente para conjurar
la unión de las intenciones de los países invitados que quieren avanzar hacia
el objetivo de un desarrollo en plenitud de sus sociedades.
Este encuentro planteó que ante la crisis
económica, ambiental, energética social, moral y espiritual, fruto del “delirio
del desarrollismo”, el mundo debe tomar conciencia de que “la supervivencia de
la humanidad y de la Madre Tierra será posible si retoma el equilibrio basado
en valores como vivir bien, felicidad y el buen vivir”, según un documento
discutido en el foro.
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